Los jóvenes que habían desaparecido hace una semana fueron localizados en el ejido Francisco Villa, de Tamaulipas, a bordo de un vehículo y atados de manos.
Los liberados son Erick y Miguel Ángel González Diego, de 17 y 15 años de edad, respectivamente. Su estado de salud es estable, solo presentan golpes contusos leves. Foto: Especial.
Dos menores de edad fueron rescatados por elementos de la Guardia Estatal de Tamaulipas en el municipio de San Fernando tras haber sido «levantados» por personas armadas desde hace una semana.
El rescate ocurrió a las 22:30 horas del sábado en el libramiento de San Fernando y entrada al ejido Francisco Villa cuando elementos del grupo especial de la Secretaría de Seguridad Pública hacían una vigilancia.
Los liberados son Erick y Miguel Ángel González Diego, de 17 y 15 años de edad, respectivamente. Su estado de salud es estable, solo presentan golpes contusos leves.
Los muchachos fueron encontrados dentro de un carro Mazda, amarrados de pies y manos y en la cual había un arma larga y un radio de frecuencia FM.
Los jóvenes iban a ser atendidos por protección civil en el lugar de los hechos pero los elementos del grupo especial de la Secretaría de Seguridad Pública decidieron trasladarse a Ciudad Victoria para realizar los protocolos correspondientes.
Erick y Ángel estaban reportados como desaparecidos desde el día 5 de mayo y la última vez que se les vio fue en la colonia Tamaulipas perteneciente a San Fernando.
Los muchachos salieron a su casa a comer a bordo de una motocicleta con la consigna de regresar a su trabajo.
Al ir entre las calles Camargo y Cruillas los paró un grupo de hombres que andaban con vestimenta pixelada y a bordo de dos patrullas de la Guardia Nacional que tenían las características de ser clonadas.
Sobre su paradero no se supo por varios días y ante la nula respuesta de las autoridades sus padres cerraron la carretera por varias horas exigiendo que se actuará de inmediato para el regreso con vida de sus hijos.
Aseguró que sus vástagos trabajaban con él como ayudantes de albañil pero al caer en una crisis laboral ellos consiguieron un puesto de repartidores de agua purificada.
San Fernando es hoy en día una de las ciudades de Tamaulipas con mayor violencia luego de que células del Cártel Del Golfo luchan entre sí para ganar territorio.