Reynosa, Tamaulipas. La incertidumbre y el temor crecen entre familiares y seguidores del Grupo Fugitivo, luego de que cinco de sus integrantes fueran reportados como desaparecidos desde la noche del domingo 25 de mayo. La agrupación, dedicada al regional mexicano con presencia en el circuito local del norte del país, desapareció tras arribar a la localidad de Riberas de Rancho Grande, en Reynosa, donde tenían programada una presentación musical.
Los desaparecidos han sido identificados como Francisco Xavier Vázquez Osorio, Nemesio Antonio Durán Rodríguez, Livan Edyberto Solís de la Rosa, Víctor Manuel Garza Cervantes y José Francisco Morales Martínez.
Según información proporcionada por sus familiares a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas, el último contacto con los músicos se dio la noche del domingo, poco después de que llegaran al lugar del evento. Desde entonces, no han respondido llamadas ni mensajes, lo que encendió las alarmas entre sus seres queridos.
Hallan vehículo con rastros de sangre
El lunes 26 de mayo, en medio de la creciente preocupación y movilizaciones ciudadanas que exigían respuestas por parte de las autoridades, se reportó el hallazgo de la Suburban blanca en la que los integrantes del grupo se trasladaban. La unidad fue localizada abandonada en la colonia La Cañada, también en Reynosa.
En declaraciones ofrecidas a la periodista Azucena Uresti, Sony Bernal, exesposa de uno de los músicos desaparecidos, confirmó que peritos forenses de la fiscalía encontraron rastros de sangre en el vehículo, lo que ha elevado aún más la angustia de los familiares.
Como parte de las investigaciones, las autoridades han iniciado el proceso de toma de muestras de ADN a familiares directos de los desaparecidos, con el fin de facilitar posibles procesos de identificación genética en caso de ser necesario.
Un contexto marcado por restricciones al regional mexicano
La desaparición de Grupo Fugitivo se da en un momento en que el regional mexicano, particularmente los subgéneros del corrido tumbado y el narcocorrido, ha sido objeto de mayor escrutinio por parte de diversas entidades gubernamentales. Estas corrientes musicales, acusadas de hacer apología del crimen organizado, han enfrentado vetos, cancelaciones de conciertos y presión por parte de autoridades estatales y municipales.
Aunque no se ha confirmado que la línea musical del grupo esté relacionada con su desaparición, el entorno social y cultural que rodea al regional mexicano en la región es una pieza clave en el contexto de este caso.
Familias exigen resultados y respuestas
Los familiares de los músicos han comenzado a organizarse públicamente para presionar a las autoridades estatales a acelerar las labores de búsqueda y localización. A través de redes sociales, diversos colectivos han mostrado su respaldo con llamados como: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Hasta el momento, la Fiscalía de Tamaulipas no ha emitido una hipótesis oficial ni ha descartado ninguna línea de investigación. La sociedad civil, por su parte, sigue atenta y exige justicia para estos jóvenes artistas que desaparecieron mientras hacían su trabajo.