Un incendio forestal que se inició hace un mes y ya arrasó con más de 4 mil 700 hectáreas se encuentra fuera de control en el municipio de Miquihuana, Tamaulipas; 57 personas combaten las llamas con apoyo de un helicóptero propiedad del gobierno del estado; sin embargo, la aeronave suspendió sus vuelos debido a las fuertes ráfagas de viento.
La Comisión Nacional Forestal dio a conocer que la conflagración, controlada hace unos días por las lluvias, se reavivó este jueves a causa del frente frío número 55; precisó que la vegetación afectada se compone de pino, encino y matorrales, entre otras especies.
Destacó que el viento dificulta extinguir el fuego, que también ha afectado el municipio tamaulipeco de Bustamante, en los límites con Doctor Arroyo, Nuevo León.
Las montañas donde se localiza la quema están a más de 2 mil 700 metros sobre el nivel del mar. La aeronave acarrea agua desde localidades ubicadas a más de 150 kilómetros, pues los alrededores padecen sequía extrema.
En Tamaulipas también continúan desde hace cinco días otros cuatro incendios en los municipios de Casas, Tula, Ocampo y Jaumave –estos dos últimos cercanos a la reserva de la biosfera El Cielo–; ninguno de ellos ha dañado más de 50 hectáreas.
En tanto, la conflagración en el Cerro de la Cruz del municipio de Uruapan, Michoacán, ya fue controlada, al contrario de la que afecta la comunidad de Capacuaro, en la misma demarcación, otra en el cerro El Fresno, municipio de Ocampo, y una más en la zona serrana de Villa Madero –a unos 60 kilómetros de Morelia, en una región de difícil acceso–, informó la Comisión Forestal de Michoacán.
La dependencia señaló que este año ha reportado 613 siniestros, que han arruinado 19 mil 766 hectáreas, 3 mil 159 de ellas de arbolado adulto y de renuevo, 12 mil 121 de hierbas y pastizales y 4 mil 486 de arbustos.
De acuerdo con la Conafor, Michoacán ocupa el tercer lugar nacional en número de incendios y el quinto en superficie dañada. Los municipios de la entidad más afectados son Morelia, Hidalgo, Coeneo, Uruapan, Los Reyes, Coalcomán, Pátzcuaro y Salvador Escalante.
FUENTE: La Jornada