– Aunque en reiteradas ocasiones las autoridades han pedido que se evite la difusión de información falsa para los trabajadores, Rogelio Espino Hernández, se dedica a manipular información para generar inestabilidad entre los trabajadores –
Ciudad de México, 30 de marzo de 2021.- La información es una herramienta que nos puede ayudar a mantenernos a salvo y seguros durante esta crisis sanitaria, sin embargo, para Rogelio Espino Hernández, quien es líder y voz de los trabajadores de los trabajadores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Aeroportuaria y de Servicios Similares y Conexos de la República Mexicana, la manipulación de la información es una herramienta que le genera dividendos políticos y económicos.
Desde que la pandemia se desató con mayor fuerza en México, y particularmente en la Ciudad de México, Espino Hernández, no hizo sino lavarse las manos de sus responsabilidades y su vida sindical gira en tornos a los dispendios.
Ante los reclamos directos de los trabajadores, el líder Sindical de SNTIA ha iniciado una campaña para designar a su próximo sucesor. En sus redes sociales se pueden leer mensajes en contra de estas acciones y del actuar de Espino Hernández, quien ha comenzado a manipular la información para evitar que los trabajadores decidan por voluntad propia su nueva dirigencia.
Es compresible que exista una libertad sindical en las empresas, pero esta situación no debe ser el pretexto para afectar los intereses de los trabajadores, quienes son los que más pierden en estas disputas iniciadas por Rogelio Espino.
Para este personaje sindical, primero están sus intereses políticos y luego los intereses de los trabajadores, y no le importa que las personas más vulnerables pierdan la poca credibilidad que tienen en el trabajo sindical.
Lo más peligroso es que, con sus acciones, se está desinformando a los trabajadores, pues han sido las propias autoridades federales las que han dictado los Criterios para que las votaciones se realicen de manera libre, directa, secreta y personalizada.
Fuente: Crónicas y Verdades