Según el Imco, Baja California Sur fue el estado más alejado de su crecimiento esperado, registrando un nivel de actividad económica 35 puntos porcentuales por debajo de lo que se observaría sin Covid-19.
Durante el cuatro trimestre del 2020, Campeche fue el estado con la mayor recuperación esperada en época de la emergencia sanitaria, 6% arriba de lo que se esperaría sin Covid-19.
Este jueves, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) publicó el Indicador de Recuperación Económica Estatal (IREE) del último tramo del año pasado, índice que surgió a partir del impacto que ocasionó la pandemia en la actividad económica de las entidades.
Para elaborar el IREE, se generaron más de 150 variables de diversas fuentes, de primera instancia, del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del Inegi, así como de la CNBV, el Banco de México y sistemas de información financiera global.
La demanda de efectivo es la principal variable que predice la recuperación estatal, además, consumo y servicios tienen un alto poder predictivo.
Se definieron cuatro niveles de recuperación para los estados: alto (actividad económica muy cercana o por arriba de lo estimado bajo un escenario sin Covid-19), medio (recuperación por arriba de un escenario prepandemia, pero por debajo del crecimiento esperado), bajo (actividad económica cercana a los tiempos previos a la emergencia sanitaria, pero muy por debajo del crecimiento esperado), y muy bajo (dinamismo económico muy por debajo de un escenario sin Covid-19 y muy lejos del crecimiento esperado).
Entre los motivos para que Campeche se colocará como el estado con la mayor recuperación esperada al cierre del 2020, el Imco destacó que se debe principalmente al capital que inyectó el gobierno federal a Pemex.
A pesar de que la entidad ocupó el primer lugar en el ranking, se señala que también debe aprovechar esta oportunidad y replantearse su actividad principal, así como diversificar su economía. “Campeche presentó un incremento del 6% al cuarto trimestre, sin embargo, a largo plazo tiene una economía que decrece”.
En general, durante el cuarto trimestre, tres estados mostraron una recuperación económica alta (Campeche, con 106%; Tamaulipas, 97% y Estado de México, 96%), mientras que siete estados se colocaron en el nivel medio.
En bajo se concentraron 14 entidades, siendo el nivel con el mayor número de estados. Resaltaron Durango, Michoacán y Nuevo León con 90%, y Ciudad de México, Colima y Yucatán con 89 por ciento.
En el nivel muy bajo estuvieron ocho entidades. Baja California Sur se colocó como el estado más alejado de su crecimiento esperado, en el cual se observó un nivel de actividad económica 35 puntos porcentuales por debajo de lo que se observaría sin Covid-19.
Observaciones sobre recuperación económica
Los estados que ya empiezan a mostrar una recuperación paulatina en su crecimiento son Tamaulipas, Sonora y Estado de México, debido a que están ligados a las industrias y son economías diversificadas.
Sobresale que Querétaro, Aguascalientes, Quintana Roo y Baja California Sur no han recuperado su crecimiento durante la pandemia, aun cuando en el largo plazo presentan una tasa de crecimiento. “Los estados que presentan una recuperación a corto plazo menor al promedio nacional son Tabasco, Morelos, Tlaxcala, Coahuila, Baja California, Zacatecas, Puebla, Hidalgo, Colima, Hidalgo, Chihuahua, San Luis Potosí y Guanajuato”, sostiene el informe.
Dispersión en el IREE
Las entidades que presentaron mayor dispersión en el IREE fueron Baja California Sur y Quintana Roo, es decir, tienen mayor vulnerabilidad a las crisis debido a que sus economías no están diversificadas.
Mientras que los que tuvieron menor dispersión fueron Chiapas, Oaxaca, Zacatecas, Veracruz, Tamaulipas y Sinaloa; algunos de estos estados no han reactivado su recuperación por lo que se mantienen en niveles similares a los del inicio de la pandemia.
Propuestas
Derivado de esta última evaluación, el Imco preparó tres propuestas estatales y tres nacionales. A los gobiernos subnacionales les recomendó efectuar estrategias que garanticen la diversificación económica hacia sectores de mayor crecimiento, específicamente con los más orientados al exterior, que agregan valor a lo que producen mediante el conocimiento y ayudan a sobrellevar mejor las crisis; redefinir la estructura económica de los estados con el uso de herramientas de subsidio para reorientar los cambios de actividades económicas, y abandonar la idea de “vocaciones productivas, está anclada en el pasado”, se requiere visión de futuro en los sectores con potencial, encontrar ventajas comparativas y convertirlas en competitivas.
A nivel nacional, se propone generar certidumbre a la inversión en todos los sectores que sean lícitos; usar los mercados de capital globales como una palanca para el crecimiento, “hacer de la BMV y BIVA bolsas verdaderamente globales mediante más y mejor información para los inversionistas”.
Y entender mejor cómo las economías y los sectores globales influyen en el crecimiento de los estados, “mediante el acercamiento directo de los gobernadores a los países clientes y proveedores de las empresas de cada estado”.
FUENTE: El Economista